domingo, 29 de junio de 2014

El poder de nuestra mente... Y mi cazadora. Cap 10

Hey!
Como les va!
Bueno esta semana se ha pasado tan rápido, así como las anteriores...
Y aquí va el capitulo de este día...


Como el último capitulo se lo dediqué a Shizuru y su pasado, hoy daré la introducción de la que vendría siendo la de Natsuki.
He dejado varios cabos sueltos...
Pero...
Pasen y lean este capitulo...

Los personajes no son míos y esas cosas que ya saben...


Capitulo 10
No eres, lo que dices ser...


En Kyoto…

Ya había pasado una semana desde que Natsuki llevó a aquellos vampiros con Youko, para saber qué era lo que los motivaba a atacar más seguido  en el mundo humano, cuando todo se presumía en calma, no logrando nada con ninguno de ellos, se reusaban a contestar algo, aun a falta de su preciado néctar carmín, no les importaba ser torturados, ellos no contarían nada, así que Natsuki, como buena diplomática, decidió pasar al plan de la confesión por tácticas menos sutiles. En resumen, estaban dos sujetos, en el piso, con el "casi nada" húmedo suelo, estremecidos por el más puro dolor, sin una gota de sangre para alimentarse y recuperarse, gimiendo.

-¿Qué les parece ahora? ¿Piensan contestar?
-No es… una opción hacerlo- Respondía uno  de ellos, con las pocas fuerzas que conservaba-
-… ¿Quieren morir aquí? ¿Por mi parte?- Contestaba una colérica Natsuki.
-Es… Preferible, el dolor físico…- Contestaba el otro vampiro.
-Se ahorrarían todo esto, si me respondieran la estúpida pregunta de, qué carajos hacen en el mundo humano!!!???- Si era posible perder más la cordura, lo había hecho…
-Vaya!... –Contestaba el sujeto que estaba en frente de Natsuki, arrodillado y siendo tomado por el cuello por ella- No entiendo, el por qué te importen tanto, si no eres como todos ellos…-Contestaba con una sarcástica sonrisa.
-De… De que hablas!- Era claro, se había delatado…
-No te hagas, no puedo entender como se nos pasó desapercibido- Seguía hablando, con la pocas fuerzas que mantenía…
-Yo soy humana!
-Y por eso nos amenazas con esos colmillos?- Se involucraba el segundo de ellos, que apenas había levantado la vista hacia Natsuki…
-Yo, no…- No sabía que contestar, estaba perdiendo su autocontrol…
-Lástima que no los has usado en mucho tiempo… Como lo logras?
-Soy yo la que hace las preguntas! Y si no quieren cooperar, aquí termina su utilidad….

Y finalizada su oración, no espero a más y terminó con ellos. Si no deseaban ayudarla, ella misma encontraría la razón por la cual hubiese un gran movimiento de especies a este mundo.
-Yo…pertenezco aquí- Decía Natsuki, mientras se limpiaba las manos, realmente había hecho un desastre ahí adentro.- No lo entienden…Yo protegeré a lo que más quiero, ya que ellos pertenecen aquí…- se recalcaba por la falta de auto control que había tenido..(la frase se parece, en demasiado, a la usada por Shizuru en su enfrentamiento contra Midori en Mai Otome, y si no se acuerdan... Vayan a ver de nuevo!!!)

Sin embargo, ha sido toda una experiencia reconfortante,  la sensación que me produce matar, es tan bueno como utilizar mis colmillos… Y pude sentirlo, el dolor me satisfacía de sobre manera, esa sensación la sentía nacer desde mi boca, hasta mis brazos, mis piernas, en la boca de mi estómago, pidiéndome que siguiera, que no parara. Pero ya hace mucho dejé de hacerlo y ahora me controlo mejor, a base de inyecciones que prepara Youko, con eso y con ayuda de mis compañeras de trabajo, aquellas llamadas cazadoras, aún recuerdo que hace unos años no era más que una huérfana descontrolada, no sabía que hacía en este mundo…

Según sé mi madre estaba embarazada cuando tuvo un altercado con otra especie, esa de la cual poseo la mitad de  mi sangre, era su experimento, utilizar al ser dentro de ella para alguna clase de prueba absurda, en el que querían encontrar o formar un ser perfecto, que lo tuviera todo, por eso yo no soy completamente humana. Y al nacer yo y no lograr lo que deseaban, fui abandonada, descartada, tirada a este mundo. Mi madre logró sobrevivir a tantos experimentos, pero eso la había hecho debilitarse demasiado, así que cuando yo tenía apenas 8 años ella murió, y eso me destrozó. Comencé a valerme por mi misma, a pesar que terminé en un orfanato, no confiaba en nadie, y nadie tenía la creciente necesidad que comenzaba a desarrollarse dentro de mí, esa necesidad que hoy controlo.

Cuando ya había cumplido los 12, una familia decidió adoptarme, cosa rara porque para los que son adolescente es mucho más difícil conseguir un lugar donde puedan residir, pero esa familia decidió aceptarme, no era muy grande, solo una mujer de cabello rubio corto, ojos verdes, no muy alta, de apariencia sensible y comprensiva. Por otro lado estaba su esposo, alto, moreno, ojos celestes, cabello revuelto y negro, de apariencia seria y fuerte, esa era la impresión que me daban. Lo que yo no sabía era que tenían ya una hija propia, lo que a mi mente venia, porque no solo tuvieron otro en lugar de adoptar? . Y la respuesta vino sola, se les era imposible porque ella había tenido un accidente y ya no podría tener más hijos propios, pero que de igual manera amarían a cualquiera que deseara formar parte de esa familia. Eso me enterneció el frío corazón que tenía, y era lo que necesitaba para poder sentirme como alguna vez desee, no me mal interpreten, si amaba a mamá, pero ellos me recibieron como si fuera su hija propia, a pesar de no serlo, de poseer un aspecto desalineado, y un carácter peculiarmente frío.

Todo era perfecto, o eso quería creer…

Cuando ya comencé a perder mi control sobre esta maldición que cargo dentro de mí, me volví esquiva y pasaba ratos sola en que planeaba dar riendas sueltas a esta necesidad, cosa que si hice, y de la cual me arrepentí mil veces, al hacerlo, nos cambiamos de región mundial, ahora vivíamos en Japón, me habían dicho que era mejor, más tranquilo y que me ayudarían a superar lo que me estuviera pasando. Y así fue, por un tiempo logré controlar esos deseos, solo tenía que ser inyectada una vez a la semana, con eso me bastaba, y todo iba de los más normal, o lo que yo podría creer.

Mamá era médico, papá era abogado y mi hermana una genio en progreso de encontrar la cura contra cuanta enfermedad se presentaba, era feliz, realmente feliz…Pero esa felicidad no es eterna…

- Natsuki, no creo que fuera necesario que acabaras con ellos…
-Eso… No importa, necesito otra inyección, esos estúpidos me sacaron de quicio…
-Siéntate, te la pondré de inmediato…- Hablaba Youko, apresurándose…
-Bien…-Su necesidad aumentaba, solo quería controlarse un poco más…
-…Ya está Natsuki, déjame ver tu cuello- Decía la doctora mientras revisaba la dosis a colocar…
-Jumm- Sin que lo repitiera, movió la cabeza dejando completo acceso a Youko para que pudiera inyectarla…
-Será mejor que descanses…
-Sí, no quiero perder el control de nuevo, mejor dime… Sabes algo de Midori? Llevo semanas sin saber algo de ella…
-No, y no me quiero extrañar, pero siento que esta vez podría ser grave- Respondía Youko algo alterada y pensativa…
-Qué va! Si esa mujer se puede cuidar sola, solo que es extraño que no presuma a cuantos ha matado…- Contestaba una Natsuki ya más tranquila…
-Si pero, no puedo evitar preocuparme por ella…
-No te preocupes, sabes cómo es, ya aparecerá- Comentaba Natsuki, que comenzaba a estar mareada.- Dime… Youko…
-Sí, Natsuki?- Regresaba de su mundo la doctora…
-Le… Pusiste algo más… A esa inyección?- Hablaba golpeando su lengua  y lento, perdiendo parte de la realidad
-…Está claro, hoy tienes que descansar- decía como si fuera lo más normal, drogar a tu paciente
-…Te…Detesto…-Caía dormida Natsuki
-Yo sé que no lo dices en serio, pero ya has tenido por hoy…-Decía mas para sí, que contestando a Natsuki..


Mientras que en Tokyo…

-Reito, hoy salimos a cazar, tal parece que aquí hay más de una- Una gobernante le susurraba a su amigo para que se preparara…
-Entiendo, Shizuru-San… Haruka, se encargará de encontrar a las que hacen falta…- Le contestaba en el mismo tono de confidencia.
-Bien Reito, vamos a dar un paseo,  muero por ver que puedo conseguir en esta ciudad…- Decía más animada la castaña…
-No solo hablas de ropa, querida Shizuru-San…- Claro que no…
-En lo absoluto, Reito, como le dije a Haruka, casi nunca salgo de Kyoto y no pienso perder todo el tiempo solo en atrapar a mis cazadoras…-Hay que disfrutar cada momento…
-Bueno, Shizuru-san, me alegra compartir estas experiencias con mi vieja amiga…- Con una sonrisa amable y verdadera, le contestaba Reito.
-Ara! No me hagas sentir que los años ya pesan en mi…- De nuevo, melodrama…
-Por favor! Si lo menos que tienes son años…- Aclaraba en sobre salto el joven…
-Fu fu fu, me alagas, si fueras mujer me encantarías…- Decía con una sonrisa a modo de flirteo.
-Suerte no lo soy, no quiero a tal fiera dominar en la cama… - Respondía con seguridad, no había forma de dudar eso…
-Jajaja! Reito, eres tan ocurrente… - Y tienes toda la razón…
-No diré nada más sobre el tema, vamos a pasar la tarde juntos mi querida Shizuru-San…-Con el tono más caballeroso que puede haber, le ofreció el brazo a su gran amiga…-Pasemos bien estos días que nos quedan en Tokyo, Reito…- La de ojos rojos contestaba y comenzaban un recorrido por la ciudad de Tokyo….

Continuará...





Mas enredo, por que se me ocurren meter a tantos personajes si al final se me van olvidando, no de mi gana, si no por lo episodios/eras  en los que escribo los capitulos...
A ver como continuan con todo esto
Aunque el final es algo que jamas cambiaré, a pesar de que me falta llegar hasta ahí...
Bueno, FELIZ SEMANA!!! :3


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